«Diseñar es un problema que soluciona problemas mucho más grandes» José Antonio Campoy Espinosa

Diseñador gráfico freelance

Diseñador gráfico freelance, resuelvo rompecabezas creativos que aportan valor.

Los usuarios dirán
¡oooooooh!
, la competencia
¡m!errrd@!

José Antonio Campoy es diseñador gráfico freelance, creativo y director de arte. A medio camino entre Murcia y Valencia, viaja con frecuencia a Madrid y Barcelona, en este oficio no hay fronteras de ningún tipo, y eso es apasionante.

Es licenciado en Bellas Artes por la UPV de Valencia, en las líneas de diseño gráfico y animación. La formación, la experiencia laboral y la educación complementaria le han permitido abordar y colaborar en proyectos creativos multidisciplinares.

Diseñador gráfico profesional freelance
Cotilleando en el trabajo un día cualquiera.

Algunos de mis secretos: bebida: café; tentempié: otro café; herramienta favorita: cuaderno punteado y portaminas del 2; segunda herramienta favorita: Adobe Illustrator; publicista: Luis Bassat; diseñador gráfico: Otl Aicher; ilustradora: Tove Jansson; artista: la primera que dibujó en una pared; color: la esperanza; tipografía: la Comic Sans, por ella me gustan tanto Garamond e Inter.

Para conocer más su trayectoria y experiencia, echa un vistazo al porfolio, o a su biografía, o contacta para hablar sobre nuevas ideas o colaboraciones.

Actualmente, Campoy es un profesional independiente. En su etapa anterior, trabajaba como freelance y en la productora audiovisual Trivision, empresa con una gran cartera de clientes y necesidades diversas en diseño gráfico, audiovisual (grafismo), editorial, digital interactivo, web, publicidad y packaging. Además, ha sido profesor de Formación Profesional en Valencia, de diseño gráfico en la Escuela de Arte de Murcia e impartido cursos para el INJUVE de Murcia y el CEFIRE de Valencia.

Categorizar y etiquetar es un proceso natural, necesario para diferenciar, ser ordenados y eficaces. Por otro lado, la especialización, como medio para conseguir un conocimiento amplio, es una estrategia eficaz. Entonces, ¿cómo se concibe la multitarea y la multidisciplina en este sector? El diseño también es experiencia, los principios y las buenas prácticas trascienden al soporte, adicionando o discriminando peculiaridades técnicas según el medio. Ahora, sería un gran error abordar en solitario un proyecto que requiera diligencia, una alta especialización o un gran alcance. Como dijo Michael Jordan, «el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos».

Un diseño sorprendente es una ventaja competitiva.

En este sector, un experto en diseño ofrece asesoría técnica y transversal, optimiza recursos y tiempo y evita errores y sobrecostes, consiguiendo que la imagen que te representa tenga un aspecto impecable, innovador y coherente.

Emprender o mantener un negocio es difícil. Ocuparse de todo, incluyendo el branding y la publicidad, es habitual y comprensible, especialmente en los inicios.

Pero el crecimiento empresarial implica, entre otros, profesionalización, y esta nueva fase debe incluir el diseño en sus diferentes especialidades.

Para una start-up la imagen de marca es clave; para organizaciones y empresas adaptarse es imprescindible; cualquier evento necesita el mayor eco posible. Para todos, comunicar visualmente es fundamental.

Mira a tu alrededor; observa los negocios o instituciones que mejor funcionan, las páginas web o apps populares, los productos más deseados, los emprendedores más famosos o las iniciativas con mayor repercusión, ¿piensas que el aspecto no ha sido vital para su desarrollo y éxito?

¿No tienes presupuesto?, ¿es cuestión de tarifas o precios? Este oficio se asocia a la idea de un coste elevado, pero en ocasiones se le relega en favor de otros activos más prescindibles. ¿Qué es más beneficioso, cambiar de ordenador cada año o invertir ese dinero en diseño y publicidad?

Un buen diseñador gráfico te ofrecerá propuestas honestas, realistas y adaptadas. Además de presupuestos fijos, también hay alianzas y acuerdos favorables para ambas partes.

El diseño, la publicidad o el marketing no lo es todo, los cimientos más sólidos son siempre la excelencia de lo que ofrecemos, pero el dicho: «un buen producto se vende solo», actualmente, no siempre es cierto.

En un mercado global y competitivo, destacar es tener poder, y la mejor manera de hacerlo es crear experiencias visuales memorables y emotivas, que produzcan un impacto significativo, para que tus clientes griten ¡guau!, y la competencia exclame ¡m!errrd@!

Bueno, no sé cómo trabajan todos, pero sí sé como intento hacerlo yo.

Una frase atribuida a Jimi Hendrix dice: «el conocimiento habla, pero la sabiduría escucha».

Prestar atención es lo primero. La experiencia, el porqué o el origen de algo están llenos de curiosidades, anécdotas y matices que, junto al pensamiento lateral, se convierten en una buena fórmula para la creatividad.

Según la naturaleza y la complejidad del proyecto, a la escucha activa se le unen otras técnicas propias y transversales, en un cuestionamiento colaborativo y analítico, cuyo propósito es conseguir singularidad, alineada con el sentido común, la estrategia y los objetivos.

También hay proyectos, situaciones u oportunidades imprevistas en las que un diseñador profesional debe actuar con eficacia y agilidad, ayudando con su trabajo a que sus clientes se mantengan o posicionen por delante de la competencia.

Buena pregunta. La ciencia aún lo estudia, las últimas investigaciones apuntan a que son un híbrido de omnívoro y depredador.

Omnívoro porque se alimentan de todo lo que les permita aprender, descubrir y crear. Depredador porque, con instinto y olfato, no se detienen hasta conseguir los objetivos. Y además, se divierten.

Sí, un buen diseñador siempre es un poco incordio, tenga un estudio, sea freelance u online; digital o que haga ilustraciones; trabaje en Madrid, Barcelona, Valencia o Murcia, sea diseñador gráfico, de producto, editorial, web, multimedia, publicitario o fotógrafo, haga logos, marcas o se dedique al branding, o incluso sea community manager.

Encima se creen graciosos.

Si has leído hasta aquí, no dudes que, si tengo ocasión, la primera la pago yo.