Caravaca Inédita

Caravaca Inédita. Un viaje desde la prehistoria hasta nuestros días es un libro de gran formato, divulgativo, pero científico, exhaustivo, que recoge la labor desarrollada durante los últimos veinte años por arqueólogos e historiadores en la cuenca de Caravaca, Murcia, donde se ubica la ciudad de Caravaca de la Cruz.

Editado por Francisco Marín García, de Gollarín, es una edición cuidada y generosa en recursos y tiempo. El resultado de esta visión y esfuerzo es una publicación llamativa, rigurosa y detallista, que pone de relieve un patrimonio poco conocido de gran importancia, de ahí su título.

Si bien la obra se localiza en la cuenca de Caravaca, por su calidad y rigor, es un tratado de referencia tanto para lectores especializados como para aficionados a la historia.

Francisco Brotons, arqueólogo y director del Museo Arqueológico de la Soledad, coordinó magníficamente el libro. No sin dificultades, organizó, supervisó y normalizó su trabajo y el de dieciséis autores: docentes, técnicos y profesionales de la historia y la arqueología.

El diseño editorial de una obra de esta envergadura suponen un reto para cualquier diseñador. La maqueta debe acompañar, discretamente, a los textos, fotografías y gráficos, sin comprometer el valor estético, pero con exactitud y precisión, sin erratas ni ambigüedades que afecten a una inversión de esta magnitud.

Imprimir un volumen de estas características es complejo, Miguel Ángel Díaz Soria, de Entorno Gráfico, se encargó de esta tarea con profesionalidad. La imprenta proporcionó todos los recursos necesarios y mantuvo una comunicación fluida, aconsejando y efectuando numerosas pruebas —digitales e incluso offset— para garantizar el control de color y la idoneidad de materiales y acabados, evitando fallos e imperfecciones.

Gestión, diseño y maqueta

El diseño editorial y la maquetación de este tipo de libros es difícil, requiere administrar muchos medios, de distintas épocas y calidades

Aunque el proyecto tenía un cronograma generoso, su evolución se enfrentó a obstáculos por el solapamiento de procesos, contenidos inacabados y falta de visión de conjunto. La pandemia COVID-19 también afectó a su desarrollo.

Ya iniciado el trabajo, hubo que revisar los textos para garantizar criterios homogéneos y coherentes, incluidos el estilo, la ortotipografía y la nomenclatura técnica. Las fotografías procedían de medios analógicos y digitales, de distintas épocas, algunas de poca calidad. La mayoría se editaron para alcanzar los requisitos óptimos de la impresión offset.

Mención aparte merecen los gráficos, esquemas, dibujos arqueológicos, infografías y diseños cartográficos, además de las bellas ilustraciones creadas por Pablo Pineda, que ayudan a evocar escenas y paisajes históricos con total efectividad.

Los gráficos históricos y las ilustraciones de Pablo Pineda tienen una edición mínima. Los gráficos de época moderna, de fuentes diversas, tuvieron una gestión más compleja. Francisco Brotons supervisó el material y elaboró con precisión una gran parte de él, facilitando enormemente la tarea al proporcionarlos estructurados y aptos para los programas de diseño y maquetación. Mi trabajo consistió en modificarlos para su adecuada visualización y legibilidad en relación con su tamaño y relevancia en la maqueta, redibujando los más antiguos o de peor calidad y ajustando e igualando tonos, grosores de línea, iconos, indicadores, rótulos y escalas para conseguir un estilo uniforme.

Cabe destacar la importancia en el libro del diseño de mapas; detallan las características y cambios en el territorio y ubican yacimientos, poblaciones y vías de comunicación en distintos periodos. Resueltos con total acierto por Brotons con Global Mapper, su adecuación a la maqueta fue compleja por la enorme resolución, peculiar cromatismo y gran detalle de los archivos digitales generados, siendo imprescindible su simplificación por las limitaciones técnicas de la impresión, sin menoscabo de su eficacia.

Formato y layout

La estructura invisible que articula lo visible

De forma paralela a la recopilación, creación y edición de contenidos y gráficos, se desarrolló la estructura o layout.

Una buena maquetación —eficaz y estética— requiere del uso adecuado de la tipografía y de una distribución de imágenes, márgenes y espacios que propicie una apariencia agradable que facilite la lectura y la comprensión, asistida por elementos auxiliares e invisibles que ayuden a la organización visual, como módulos, cuadrículas, rejillas y columnas, entre otros.

El layout del libro está cuidadosamente construido. La altura de la ‘x’ del cuerpo del texto es la base para determinar los tamaños de titulares y encabezados, así como los márgenes, las ayudas reticulares e incluso la altura de la página.

El contenido se organiza con una cuadrícula de rejilla base y tres columnas, dos principales y una tercera auxiliar, todas con un medianil generoso para poder colocar índices numéricos. Un conjunto conveniente para el flujo de textos, títulos, subtítulos, gráficos y fotografías, que favorece la proximidad y correlación entre las imágenes, sus pies de figura y sus llamadas dentro del texto.

Tipografías

Estilo único con tipos de letra plurales

En el diseño editorial, elegir tipografías, entre tanta oferta, es crucial. Combinarlas adecuadamente crea estructura, significado e interés visual, siempre asegurándose de que juntas funcionan bien, armonizan en sus contrastes y son legibles en sus contextos.

Para el proyecto se seleccionaron cuatro tipos de letra: Adobe Text Pro, Proxima Nova, Bebas Neue Pro y Favarotta, diseñadas por Robert Slimbach, Mark Simonson, Ryoichi Tsunekawa y Olcar Alcaide, respectivamente.

Adobe Text Pro es una tipografía serif clásica, con un diseño contemporáneo. Se emplea para el cuerpo de texto por ser muy legible y versátil en el espaciado e interletraje.

Proxima Nova es un tipo San Serif, híbrido de geométrica con tipos San Serif más clásicos, con una generosa altura de “x” que la diferencia. Se utiliza en la mayoría de los encabezados, en los números de página y en las llamadas y contenidos de las figuras.

Bebas Neue Pro es una tipografía San Serif, geométrica y condensada, adecuada para tamaños pequeños, se usa en todos los gráficos e infografías y en los índices numéricos, también en algunos encabezados y en el índice.

Favarotta es una letra Serif decorativa que evoca lo histórico sin caer en lo estrafalario, como hubiera sucedido con un tipo gótico o medieval. Favarotta es una mezcla entre la escritura carolingia y la cursiva romana, tiene un diseño equilibrado, limpio y con carácter; se aplica en algunos encabezados.

La portada, ‘capitel vertebral’

La portada de un libro, además de servir como material de marketing, tiene un impacto inmenso en la percepción de los lectores, influyendo en la decisión de compra y lectura

Diseñar la cubierta de una publicación como esta puede resultar muy difícil. Para no destacar un elemento sobre otro, con frecuencia, se opta por montajes o collages, en ocasiones de escasa calidad y poco interés, sin efectividad por su eclecticismo y falta de foco.

Sin duda, en una temática tan variada, hay periodos y objetos más relevantes que otros. Es el caso de la figura seleccionada, un valioso y bello capitel romano con especial significado para el coordinador, Francisco Brotons. La imagen, además, tiene carácter metafórico. La fotografía es de Adolfo Calvo Rodríguez y ya formaba parte del archivo del museo de la Soledad.

La fotografía muestra, en una vista de tres cuartos, un capitel jónico de cuatro caras. Un resto arqueológico singular porque conserva peculiaridades autóctonas íberas dentro de los elementos formales propios de la arquitectura romana. Procede del santuario íbero-romano del cerro de la ermita de la Encarnación, un edificio religioso notable, con gran importancia social y de grandes dimensiones, como se aprecia en las ilustraciones de Pablo Pineda.

El libro, en su edición no venal, cuenta con un diseño de cubierta con cajetín. La creatividad está inspirada en el acto de excavar, y entonces descubrir un importante resto gracias a un indicio, sin duda, una vivencia apasionante.

En el estuche, la imagen del capitel es en blanco y negro, algo velada. Su diseño diagonal deja entrever un fragmento del título impreso en una tinta metálica que recuerda al oro viejo, como metáfora de ese indicio. Al extraer el libro revelamos todo el título y la imagen completa del capitel en todo su esplendor. Una forma simbólica de recrear el acto idealizado del descubrimiento propio de la arqueología.

Las imágenes de restos pretéritos nos atraen y conectan poderosamente. Con ellas viajamos en el tiempo y curioseamos en la vida de quienes nos han precedido, imaginando situaciones y acontecimientos que han dado forma a nuestra civilización, pero también evocan emociones, como la nostalgia y el asombro que, en este caso, suscita la curiosidad necesaria para dejar la portada atrás y aventurarnos en la historia a través de sus páginas.